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- Cómo internalizar los principios del bienestar para la energía y la felicidad
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INDICE
T’ai Chi para tontos
Por Therese Iknoian
El bienestar para la energía y la felicidad no se trata sólo de los movimientos (o formas) que practicas, sino de los principios por los que practicas los movimientos. Si usted se conecta correctamente con los principios, descubrirá la quietud del movimiento y, a su vez, la energía que fluye a través de su espíritu.
Disminución de la velocidad – Principio #1
Ve despacio. Este, mi pequeño saltamontes, es el Gran Principio Último (si existiera tal título). Piense en lo que su cuerpo está haciendo y concéntrese en lo que viene después. La desaceleración también le permite tener momentos en el camino para hacer un balance de lo que su cuerpo está haciendo y sintiendo en lugar de alejarse de esa oportunidad. En otras palabras, baje la velocidad para oler las margaritas.
En contraste con las razones físicas para disminuir la velocidad, ir más despacio también te deja tiempo para experimentar una calma atenta, que puede ayudarte a que tu chi fluya correctamente. Ese es el Gran Último. Encuentre la quietud en su movimiento lento y el movimiento en la quietud silenciosa.
Tomándolo con calma – Principio #2
En el mundo occidental, forzar las cosas es una forma de vida. Muchas personas hacen que las cosas sucedan mientras están tensas o apretadas – física y/o mentalmente.
Usa tu mente para relajar el cuerpo, y usa tu cuerpo para relajar la mente. Mantener una tensión extra en su cuerpo significa gastar energía extra. Guarde su energía para cuando realmente la necesite – durante su práctica de bienestar.
Pensando en curvas – Principio #3
Desde una perspectiva atenta, una articulación o extremidad redondeada o curvada promueve un mejor flujo de energía en todo el cuerpo. Una articulación en ángulo agudo es como una pajita de soda doblada demasiado lejos: La limonada no puede levantarse y meterse en la boca, no importa cuánto lo intentes.
Cuando el chi fluya suavemente, te darás cuenta de por qué has trabajado en ser curvilíneo. Y tu interior te lo agradecerá.
Ser simple – Principio #4
La simplicidad se reduce a la capacidad de vivir plena y naturalmente, moviéndose y sintiéndose de la manera que mejor se siente. Esta capacidad puede ser difícil de alcanzar para la mayoría de las personas, teniendo en cuenta el ritmo frenético de hoy que le anima a tener un ojo en el mañana y el otro ojo en el teléfono celular.
La simplicidad también se refiere a la capacidad de hacer las cosas con el mínimo esfuerzo que sea necesario. Usted probablemente ha visto fotos de asombrosas hazañas de fuerza mostradas por personas que no parecen capaces de reunir la fuerza para aplastar a una araña. Esto se debe a que estas personas diseccionan la tarea simplemente y usan sólo el esfuerzo necesario para la tarea en cuestión.
Simplicidad también significa ir con lo que se siente natural en su cuerpo durante su práctica de bienestar. Si ir de una forma a otra se siente retorcido o antinatural, probablemente lo es. Probablemente estás pensando demasiado en la mudanza. No pienses. Sacude tu mente. Luego inténtalo de nuevo, dejando que tu cuerpo se mueva hacia la postura de forma natural – ¡normalmente, lo estás haciendo bien! Pero no lo intentes toda la noche.
Hundirse más abajo – Principio #5
¿Alguna vez has estado en un bote mientras se mecía a través de las olas? ¿Qué haces naturalmente para mantenerte erguido? Doblas las rodillas. El hundimiento hacia abajo le permite arraigarse firmemente en el suelo o en el suelo debajo de usted. También puede almacenar un poco de energía en sus músculos enroscados y liberarla si de repente se endereza o se mueve.
El hundimiento más bajo es una característica de comportamiento que se perfecciona en la práctica del T’ai Chi. En otras palabras, conservas una visión apropiadamente humilde de tus propias habilidades, sin importar lo bueno que seas. Esta visión te permite no sólo acercarte a tus límites físicos con humildad, sino también a tus límites emocionales.
Apreciando los opuestos – Principio #6
Recordar el principio de los opuestos es una buena manera de llevar un registro de dónde estás en una forma -por no mencionar en la vida- y quizás a dónde deberías ir después. Las formas siempre aplican el principio de los opuestos – adelante y atrás, soportando o no soportando peso, fuerza y quietud, alto y bajo, alcanzar y tirar hacia atrás, o levantar y bajar.
Esta armonía también se aplica a tu vida. Si creas y mantienes una fina armonía entre los opuestos en tu personaje (por ejemplo, ser ordenado y permitir un poco de desorden también, ser amante de la diversión mientras disfrutas de la seriedad), te conviertes en una persona más saludable y equilibrada.
Mantenerse equilibrado – Principio #7
El equilibrio se aplica a todos, tanto física como mentalmente. Muchas personas piensan que el equilibrio físico es natural. Pero al igual que el ejercicio aeróbico o la fuerza de las piernas, el equilibrio físico también necesita práctica para mantenerse en sintonía. La atención plena en la práctica del bienestar también enseña equilibrio en la vida diaria. Descubres cómo vivir más centrado y tranquilo, evitando los dos extremos de la escala de temperamento.
Siguiendo la corriente – Principio #8
Mentalmente, su mente debe estar plácida y ser capaz de mantenerse enfocada y consciente de su cuerpo. La capacidad de ir con la corriente también se traslada a tu vida diaria. Puede ayudarle a reducir el estrés y la tensión del día a día. Te das cuenta de cómo evitar luchar tan duro, y te das cuenta de que cabalgar sobre las olas del río es mucho más fácil que nadar contra ellas.